El susurro de Dios.

 16 de julio de 2024

"Después de fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva."

I Reyes 19, 12-13a

Elías, Para reconocer al Señor, primero tuvo que tomar el alimento que el ángel le dio para que caminara hasta una cueva del Horeb y entonces pudo discernir cuando se le hizo presente.

Nosotros, muchas veces no reconocemos la voz del Dios, ni su acción en nuestra vida en medio de tantos sonidos que son gritos y alborotos.  Y no pocas veces creemos reconocerla donde no está y sufrimos las consecuencias. 

¿Cómo podremos discernir el susurro con que el Señor nos habla? Únicamente con su gracia que recibimos en los sacramentos, y muy especialmente en la Eucaristía que es nuestro alimento para el camino.


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