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¿Amo de verdad a Dios?

Cuando decimos que amamos a Dios, solo hay una manera de comprobarlo: ¿amamos  al hermano? Porque si decimos Dios es Amor y cerramos nuestro corazón al hermano, estamos lejos  de amar a Dios. Pero Él con su infinita misericordia sí que nos ama,  pero puede que al no percibir ese amor, no podamos dar respuesta al amor al prójimo. Es sencillo: te sientes amado, puedes amar; no te sientes amado; no puedes amar. Pidámosle al Señor que nos muestre todos los días su amor hacia nosotros, sobre todo en aquello que nos resulta difícil aceptarnos, cambiará nuestra mirada hacia el hermano.

PEREGRINACIÓN A COVADONGA

DIARIO DESDE EL 27 AL 31 DE JULIO DE 2024   PEREGRINACIÓN A COVADONGA.   Día 26/07/2024   Llegué a la parroquia sobre las 22:45 y somos pocos los que estamos todavía, porque siguiendo la costumbre, los peregrinos van llegando poco a poco y la mayoría a partir de la hora en que estaba previsto el comienzo de la Eucaristía. El evangelio que se proclama es en el que Jesús explica la parábola del sembrador. Me llama la atención que se nos regale este texto antes de salir porque nos ayuda a estar vigilantes y tener la voluntad de ser tierra buena donde la palabra de Dios encuentre acogida en nuestro corazón. Nos anima a vivir estos días con disposición a que el Señor nos hable también en las vicisitudes que vayan surgiendo.   Finalmente conseguimos emprender la marcha pasadas las doce de la noche y el trayecto transcurre intentado dormir y despertándonos varias veces para acabar rendidos por el sueño después de muchos intentos de acomodar el cuerpo de muchas posiciones, cada

Testigos como Santiago.

  25 de julio de 2024 "..pero nosotros predicamos a Cristo crucificado....u n Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios ." 1 Cor 1, 23a.24b  Cuando rezamos, ¿a quien nos dirigimos? ¿A un Dios que descuaja los cedros y se sienta sobre el aguacero como dice el salmo? Sí, pero esa fuerza que el Señor posee no le viene de un poder que ejerza para dominar al hombre, sino para llegar incluso a ponerse a su servicio y hasta morir por él. Santiago, el primer apóstol mártir, dio su vida por ser testigo de Jesucristo, muerto y resucitado; y pudo hacerlo desde la fuerza de la cruz, que no es otra cosa que el amor hasta el extremo. Quiera Dios que podamos ser testigos como Santiago de la manera que Dios tenga a bien, pero sin imponernos a nadie, sólo con el arma de nuestra vida orientada a Cristo y cuando sea necesario con la predicación de la Cruz.

Peregrinos

"El Señor guarda a los peregrinos, sustenta al huérfano y a la viuda." Salmo 146, 9a Ayer, sobre las 16 h, cuando más calor hacía, llamarón a la puerta de nuestra casa dos chicos que eran dos peregrinos de una parroquia de Murcia que estaban realizando una experiencia de testimonio allí donde los quisieran escuchar. Y los escuchamos o más bien debería decir que a través de sus palabras pudimos contemplar la gloria de Dios en sus vidas. Fue un "Mambré" doméstico porque no tuvimos más remedio que postrar nuestro tiempo y nuestra casa a los pies de aquellos que fueron enviados para contarnos que Dios había sido bueno , que su historia estaba muy bien hecha porque gracias a ella, con todos los sufrimientos, incluso con ocasión de ellos, se habían encontrado con Jesucristo y los había salvado. Y se cumplió la Escritura; a través de nuestra pobre hospitalidad, ellos comprobaron que como peregrinos eran protegidos por Dios. Y en nosotros también se hizo presente aquella ve

Haz callar a tu hermano.

23 de julio de 2024 "  A l que en secreto difama a su prójimo  lo haré callar.."                                                                                                Salmo 101, 5 Todos hablamos demasiado. En el libro de los Proverbios leemos: "quien mucho habla, mucho yerra". Cuanto bien obtendríamos nosotros y los demás si no habláramos tanto como lo hacemos, y es que me doy cada vez más cuenta que la gente más sabia es la que menos habla, pero cuando lo hace enriquece al que está cerca; pero el salmo no pone el dedo en la llaga. Porque nuestras conversaciones en un número muy elevado, tienen como objeto a alguien, y no pocas veces, si somos sinceros, nuestra opinión sobre las personas son censuras, críticas y como cota máxima, el juicio. Ya lo dijo Jesús en el Sermón de la montaña: "Que vuestro lenguaje sea sí, si; no, no; porque lo demás viene del maligno que es quien suscita la división y se encarga de pintar de descripción objetiva lo que es clam

¿Dónde está mi Señor?

22 de julio de 2024 "..  mi alma está sedienta de ti.." Salmo 62, 2 A veces nuestra vida es lo más parecido a un sequedal. Es el momento de gritar como lo hace el salmista. Es verdad que Dios es el que se manifiesta y se nos hace presente en nuestra vida, es un Dios encarnado que se ha hecho hombre; pero en ocasiones nos sentimos perdidos porque no vemos a Dios por ningún lado. María Magdalena nos ayuda con su actitud de búsqueda incesante; ella no se rinde; es la primera en llegar al sepulcro para estar con su Señor y al no encontrarlo lo busca desesperadamente porque lo encontró y juró no dejarlo jamás. ¡María!, es lo que escucha, y enseguida lo reconoce, porque al decir su nombre mirándola a los ojos le está diciendo que la ama, y ella es maestra en reconocer quien la quiere de verdad. Detrás de su nombre está quien es ella y la historia que Jesús ha hecho con ella. Una historia de amor. No desesperemos, no perdamos la esperanza y aunque en este momento seamos incapaces de

El desierto donde descansar

21 de julio de 2024  "Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco." Marcos 6,31 Parece que así como a los discípulos que volvieron de la misión, Jesús les hace esta invitación, no deja de tener cierto paralelismo con lo que nos ha pasado a nosotros. Hemos trabajado en la misión que cada uno de nosotros tenemos asignada y llega el verano, y con él el deseo (y la necesidad) de un merecido descanso. Hasta ahí, todo correcto. Pero, ¿qué entendemos por descanso?, ¿es el mismo al que se refiere Jesús? Parece que no. Al que somos invitado por Él tiene dos particularidades. La primera es que no nos manda al un lugar paradisiaco como el que muchas veces vemos en las vallas publicitarias y en la televisión, con playas de arena fina, donde la gente toma bebidas refrescantes y hay mucho bullicio; tampoco nos envía a algún lugar de montañas y prados frescos. Nos envía  y encima a descansar al lugar donde la inmensa mayoría no elegiríamos: el desierto. El desierto es el